Esfuerzo continuo: programa de pruebas para la nueva generación de 911

Marcha continua en el mundo entero en condiciones extremas

Antes del lanzamiento de la octava generación del clásico de los deportivos, los prototipos han sido sometidos al programa de pruebas final en todo el mundo. Para los nuevos deportivos, este representa un esfuerzo tremendo. Se van desplazando entre zonas climáticas con unas diferencias de temperatura de hasta 85 grados centígrados. Superan a gran velocidad unas diferencias de altitud de más de cuatro kilómetros. Sufren en atascos en grandes ciudades y establecen nuevos récords en circuitos de carreras. Y, al final, cada sistema tiene que funcionar todavía con la misma fiabilidad que al principio.

«Junto a sus extraordinarias prestaciones, el 911 se distingue, desde siempre, por su aptitud para el uso cotidiano», declara Andreas Pröbstle, Jefe de proyecto Vehículo global 911. «Por este motivo ensayamos el vehículo en todas las situaciones, en todas las condiciones meteorológicas y en todas las zonas. La propulsión tiene que funcionar a la perfección, igual que los fluidos, todos los sistemas y secuencias de operaciones, así como los indicadores y las pantallas. Solo así podemos estar seguros de que el vehículo se mueve sin ningún tipo de perturbaciones en todas las zonas del mundo», añade.

En el centro de las pruebas se encontraban las clásicas competencias centrales de Porsche, tales como el chasis y el motor, con una versatilidad aún mayor entre las prestaciones y la aptitud para el uso cotidiano. A todo ello se le añaden pruebas de funcionamiento y de esfuerzo del novedoso concepto de mando y sus instrumentos y pantallas. También los nuevos sistemas de asistencia y la conectividad ampliada deben afrontar los retos del duro maratón de pruebas. Debido a las diferentes variantes de país, la comprobación del manejo y de las funciones de Porsche Connect representa un trabajo considerable.

En zonas climáticas cálidas, como los Estados del Golfo en Oriente Medio o el Valle de la Muerte en EE. UU., la climatización, la gestión térmica y el comportamiento de combustión, entre otros, tienen que superar pruebas de funcionamiento a unas temperaturas de hasta 50 grados centígrados. Por ejemplo, el interior no debe deformarse con el calor ni emitir los ruidos correspondientes. En Finlandia, a unas temperaturas de 35 grados bajo cero, la agenda de ensayos comprende puntos como el arranque en frío, la calefacción y la climatización, la tracción, el manejo y el comportamiento de frenado, así como la capacidad de respuesta de los sistemas de regulación de la dinámica de conducción. Las carreteras exigentes y llenas de curvas en el Círculo polar europeo ofrecen unas condiciones óptimas para probar automóviles deportivos. En marcha continua, los nuevos 911 recorrieron las carreteras chinas y las pistas típicas de la estructura de transporte de ese país y tuvieron que demostrar su capacidad de funcionar de manera fiable con combustibles de las calidades más diversas.

En Alemania, el circuito de Nürburgring forma tradicionalmente parte del programa de pruebas de Porsche. El motor, la caja de cambios, los frenos y el chasis recibieron su bautismo de fuego en la región de Eifel. En Italia, los coches recorrieron el circuito de alta velocidad de Nardò, donde no solo se trataba de alcanzar las máximas velocidades, sino también de comprobar la refrigeración y el manejo. En el Valle de la Muerte, situado a cerca de 90 metros debajo del nivel del mar, los vehículos de prueba alcanzaron el punto más bajo de su marcha continua. En el Monte Evans de 4300 metros, en Colorado, la escasez de aire se convirtió en un reto para la sobrealimentación biturbo y el sistema de combustible. Al final de las pruebas, los trayectos recorridos sumaron un total de unos tres millones de kilómetros.

Menos espectacular, pero igual de importante es la comprobación cercana al cliente en la vía pública, en las calles de la ciudad y las carreteras de toda Alemania. También en este caso, se realizan considerables kilometrajes, observando todas las normas de tráfico, con el fin de asegurar la durabilidad y la aptitud para el uso cotidiano del vehículo global y sus sistemas para que la octava generación de este icónico deportivo vuelva a ser el mejor 911 de todos los tiempos.

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