Del n.° 356 «N.° 1» Roadster al 911 Cabriolet
Historia
El primer automóvil deportivo de Porsche del año 1948, el 356 «N.° 1» Roadster, poseía una capota de emergencia. Hasta la presentación de la primera generación de 911 con ocasión del Salón del Automóvil de Fráncfort (IAA) en el año 1963, las variantes descapotables de Porsche 356 pertenecieron a los modelos más populares del programa. En cambio, en el desarrollo del 911 original, el equipo se concentró primero en el Coupé. No obstante, los primeros bocetos del Diseñador Jefe Ferdinand Alexander Porsche para una variante descapotable ya mostraron piezas de techo extraíbles, tales como se utilizan, en una forma perfeccionada, en el 911 Targa. Esta versión del 911, denominada también como «descapotable de seguridad», se estrenó en 1965, igualmente en Fráncfort en el IAA, con una jaula antivuelco de unos 20 centímetros de ancho, una pieza de techo extraíble y una capota de tela posterior. Se denomina como Softwindow. Poco después le siguió una luneta trasera panorámica de cristal calefactable. El nombre de la variante abierta, «Targa», se deriva de la carrera de resistencia Targa Florio en Sicilia que la marca ya había ganado cinco veces. El modelo se entregó a los clientes a partir de enero de 1967. Hasta la primera presentación de un estudio del 911 Cabriolet pasaron 14 años más. Solo en 1981, Porsche presentó, nuevamente en el IAA, un prototipo de descapotable que estaba equipado, adicionalmente, con tracción total y una ancha carrocería turbo. En marzo de 1982, en el Salón del Automóvil de Ginebra, debutó finalmente la versión de serie: el 911 SC Cabriolet.
El primer descapotable con tecnología de contracerchos planos
Esta primera variante descapotable del 911 ya convenció por una construcción de techo especial que no perdía su forma en estado cerrado, incluso a la velocidad máxima, entonces unos considerables 245 km/h. La nueva tecnología de tres contracerchos no apostó por arcos de acero estrechos individuales como estructura debajo de la capota de tela, sino por elementos planos de chapa de acero que cubrían el 50 % de la superficie del techo. Aun así, la capota se podía plegar detrás de los dos asientos traseros. Un efecto secundario de los elementos de acero planos: representaban una protección eficaz en caso de vuelco con la capota cerrada. Además, los extensos refuerzos en el grupo del suelo del 911 conservaban la rigidez global del deportivo. A partir del año de modelo 1983, es decir, a partir de agosto de 1982, el 911 SC Cabriolet de 204 CV se podía encontrar en los concesionarios, en un primer momento todavía con una capota con accionamiento puramente manual. El precio base fue de 64 500 marcos alemanes, unos 5000 marcos más que el 911 SC Targa.
Un gran reto fue el desarrollo de una capota con accionamiento eléctrico, que estuvo disponible a partir del año de modelo 1987. Los cierres del techo fueron adaptados al accionamiento eléctrico; dos motores eléctricos fueron alojados en una cavidad detrás de los respaldos de los asientos traseros. La transmisión de fuerza tenía lugar a través de dos ejes flexibles mediante unos engranajes angulares en el bastidor de la capota. El conductor controlaba el accionamiento eléctrico con un botón en el interior; un piloto de control en el tablero de instrumentos señalizaba el fin del proceso. Los dos motores eléctricos tenían que poner en movimiento 13 contracerchos móviles, así como el bastidor del techo y una palanca de mando con 22 puntos de articulación en la capota y la carrocería. Todo ello se realizaba controlado por microprocesador. En consecuencia, el suplemento por el accionamiento eléctrico era de 4000 DM; solo en el 911 Turbo Cabriolet formaba parte del equipamiento de serie.