Porsche – Pionero de la electromovilidad

Porsche –este nombre es sinónimo de deportivos de calidad superior que, desde 1948, entusiasma a los aficionados automovilísticos de todo el mundo. Sin embargo, las raíces históricas de la marca se hunden muchos años atrás. En 1897, Ferdinand Porsche ya se dedicaba a desarrollar y construir automóviles eléctricos.

El resultado fue el modelo eléctrico Egger-Lohner C.2 Phaeton. Ferdinand Porsche integró, en 1898, un motor eléctrico de construcción propia con un diferencial de ruedas cónicas en un chasis con sistema de dirección delantera de la empresa k.u.k. Hof-Wagen-Fabrik Lohner & Co. El propulsor, denominado “Octógono”, debido a su carcasa octagonal, ofrecía una potencia de 3 a 5 CV. El suministro de corriente corría a cargo de una batería de 550 kg de peso, situada en la zaga del automóvil. A una velocidad máxima de hasta 25 km/h, la autonomía del automóvil con una batería completamente cargada era de hasta 6 horas de conducción. El sistema de frenos del vehículo incluía un freno de cinta manual y un freno eléctrico. La velocidad de conducción se regulaba mediante un “Controlador” de 12 niveles.

Poco después, hizo furor el vehículo eléctrico denominado “Lohner-Porsche”, propulsado por un motor de cubo de rueda, que se presentó en la Exposición Universal de París de 1900. Ferdinand Porsche demostró siempre de forma impresionante su gran espíritu innovador: un coche de carreras equipado con cuatro motores de cubo de rueda eléctricos se convirtió en el primer turismo con tracción total del mundo, además de brillar, al mismo tiempo por un freno a las cuatro ruedas. La siguiente idea de Ferdinand Porsche era también muy visionaria: en el mismo año, 1900, combinó sus propulsores de cubo de rueda, alimentados mediante una batería, con un motor de gasolina –en este momento había nacido el principio de la propulsión híbrida de serie.

Con el primer automóvil combinado del mundo, capaz de funcionar, el “Semper Vivus”, Ferdinand Porsche había abierto nuevos horizontes técnicos. En este vehículo, dos generadores acoplados a dos motores de gasolina formaban una unidad de carga que, a su vez, suministraba corriente a los motores de cubo de rueda y a las baterías. Ferdinand Porsche desarrolló su concepto de propulsión híbrida hasta llegar a la fabricación en serie con los modelos Lohner-Porsche “Mixte” y, a partir de 1906, “Mercedes Electrique”.

115 después de que Ferdinand Porsche construyera el primer automóvil híbrido, la marca Porsche sigue desarrollando consecuentemente este innovador concepto técnico de propulsión. Porsche ocupa una posición líder en la industria automotriz ofreciendo tres vehículos con propulsión híbrida enchufable en su programa de modelos: el Cayenne S E-Hybrid, el Panamera S E- Hybrid y el 918 Spyder.